La genialidad virtuosa de ser un equipo
El Atlético Paso se encarama a la primera posición de la tabla.
Sigue siendo el único equipo invicto y el menos goleado de la categoría. Como una caprichosa coincidencia en el calendario, hoy domingo, 6 de diciembre, se cumplía un año desde que el Atlético Paso se coronara, por primera vez en su historia, líder de Tercera División. En la celebración de esta efeméride, pisaba el césped del Municipal, en calidad de visitante y merecido líder de la Liga Canaria de Tercera División, el Club Atlético Tacoronte. Rival que exigiría a los pupilos de Jorge Muñoz, dar su mejor versión sobre el rectángulo de juego para inaugurar, en caso de victoria local, una hermosa alternancia en la cabeza de clasificación. Saltó al campo el Atlético Paso, en tromba y elaborando juego con gran criterio, olvidado de cualquier tipo de presión externa, de posibles lideratos y de otras viejas obsesiones como la falta de gol.
En el minuto 1 de partido los locales avisan; pase con el pecho de Jordan a Roberto Bolaños y disparo del grancanario que está a punto de hacer el 1-0. Solo hay un equipo sobre el terreno de juego, UN EQUIPO MAYÚSCULO, tocado por la genialidad virtuosa de ser UN EQUIPO, que presiona muy arriba y mete a los aurinegros del Atlético Tacoronte en su campo, desapareciendo del dibujo efectivo del equipo tinerfeño, jugadores tan importantes como Bryan o Luis. Los visitantes, se limitaron a intentar mantener el orden atrás, esperando a que pasara el “vendaval” verdinegro. Pero el recital de fútbol del Atlético Paso no paró. Armiche manda un balón al larguero. Armiche recupera un balón en la línea de fondo y fabrica una jugada, con pase posterior para Brian Torres, que remata sin éxito.
La primera media hora de encuentro es un monólogo de buen fútbol del Atlético Paso. El mago Vianney, menudo y escurridizo, brilla en labores defensivas de recuperación y de pase del balón para abrir el campo, Roberto Bolaños soberbio en la retaguardia y en la creación, el corpulento Jesús Cruz, que fue nuevamente de la partida inicial, incordiando sin balón al adversario cuando le tocaba hacer la presión. El juego de los locales era tremendamente vertical, el gol era cuestión de tiempo y así fue. Pase de Jaime, un coloso de la defensa, que apareció en esa parte del campo en la que suelen transitar los dueños de la sala de máquinas, para Armiche, que se escapa en carrera de su marcador y fusila a Jorge Falero. 1-0, minuto 31. Lo más difícil ya estaba hecho, abrir el marcador ante un adversario ordenado y rocoso como es el Atlético Tacoronte.
La segunda parte comienza sin un dominador claro. A los ocho minutos una falta en el borde lateral del área es sacada por Roberto Bolaños. El dandy del dorsal 8 le pone el balón, con una precisión milimétrica, al pie de Deivid, que viniendo desde atrás remata para hacer el 2-0. El Municipal se viene abajo, al ver al Mariscal estrenándose como goleador pasense. A partir de ahí, el partido transcurre por los cauces normales de la relativa tranquilidad que da un 2-0 en el electrónico, hasta que el Atlético Tacoronte recorta distancia con el gol de Rober, instaurado en el Municipal un inesperado clima de incertidumbre hasta el final del partido.
Los cambios realizados en la segunda mitad por Jorge Muñoz, fueron los de Álex Cruz (muy batallador, adquiriendo la forma y que recibió una cerrada y emocionada ovación por parte de la grada) por Jesús Cruz, Pascu por Vianney, Lucas por Malick y Yeray por Juanda